Sant Joan d’Alacant es el mejor destino para un fin de semana de desconexión o unas buenas vacaciones en cualquier mes del año. En estos tiempos ajetreados en que todo se convierte en una estresante carrera contra reloj, Sant Joan d’Alacant es ese lugar donde todo está cerca de todo, es decir, cerca de la playa, cerca de la montaña, cerca de Alicante y cerca de las poblaciones de El Campello, Mutxamel, Sant Vicent del Raspeig, Busot y Xixona. Por eso, Sant Joan d’Alacant es ese lugar donde el tiempo se detiene a vivir en el mismo entorno amable que acogió los orígenes del Fondillón en la antigua Horta d’Alacant -que nació de una red de acequias del río Montnegre- como así prueban sus numerosas casas señoriales de los siglos XVI al XVIII -con diseños suizos o franceses- residencias de veraneo de nobles y burgueses, y sus Torres de la Huerta, defensa contra piratas del Norte de África.

Estas construcciones de Sant Joan d’Alacant se pueden contemplar a través de diversas rutas que atraviesan el término municipal con caminos tradicionales que se pueden recorrer a pie, en bicicleta o haciendo running. Estas sendas tradicionales suponen un balón de oxígeno gracias a la naturaleza, en la que hay gran variedad de cultivos donde despuntan los perales y las higueras, los olivos, los grosales, viñas, almendros, algarrobos, granos, barrilla, seda y otras producciones como la plantación de moreras, palmeras, panizos y garbanzos.

Las lomas del Calvario, les Llomes del Garbinet y Lloma Redona, pudiéndose observar al oeste de Tángel las elevaciones de les Llometes y al sur, una banda costera formada por Serra Grossa, Cap de les Hortes y les Llometes del Far también destacan entre las colinas del municipio alicantino. En ese sentido, el río Montnegre surca este paraje de calizas negras; es definido como un río-rambla. Esta inestabilidad, que se mantuvo hasta los primeros lustros del siglo XIX, se puede identificar gracias a las rogativas ad petendam pluviam o pro pluvia y pro serenitate para calmar y serenar las aguas respectivamente, a los memoriales e informes realizados para las instancias políticas y a los datos procedentes del análisis de las series diezmales y de las fluctuaciones de los precios de los productos agrícolas.

Mucho encanto en un entorno urbano reducido

El origen agrícola y noble ha dado paso a un entorno urbano agrupado en poco más de 10 km2 que se encuentra entre la playa de San Juan (a 1 km) y la hermosa montaña alicantina. Volando, en tren o en vehículo propio es fácil y rápido llegar a destino, al encontrarse a tiro de piedra del aeropuerto de El Altet, la estación del AVE y al paso de la antigua AP7 (ahora gratuita) y la Autovía Central.

Sant Joan d’Alacant es una ciudad educadora, universitaria y joven que, cada año, celebra el Festival de Cortos de Sant Joan, colaborador de los premios Goya y que, gracias a la presencia de la Universidad Miguel Hernández y a su Hospital Universitario acoge numerosos congresos científico-técnicos que dan vitalidad al municipio.

Por otro lado, el centro del Cluster de la Salud, con sus casi mil plazas hoteleras, se convierte en un lugar privilegiado para alojarse y comer bien, ya sea por ocio o trabajo, disfrutando así de una variada y renombrada hostelería que hará las delicias de los amantes de la buena cocina.

Por eso, Sant Joan d’Alacant es un refugio de vida en invierno y de alegría en verano con el objetivo de que sea el mejor destino para un fin de semana de desconexión o unas buenas vacaciones en cualquier mes del año porque Sant Joan está cerca de todo, hasta de la felicidad.