Rojales cuenta con alicientes histórico-culturales, naturales y festivos que lo convierten en un destino ideal para descubrir durante una escapada. Se trata de un municipio de la comarca de la Vega Baja (Alicante) que combina sus tradicionales barrios de cuevas y arraigada cultura huertana con su moderno complejo turístico, en el que sus urbanizaciones (Ciudad Quesada, Pueblo Lucero, Doña Pepa, Pueblo Bravo y El Pepín) están equipadas con las mejores comodidades y servicios, y se han convertido en un motor del turismo residencial en la Costa Blanca. En los últimos años, 5.000 nuevas familias se han asentado en la localidad.

Además, cuenta también con perfectas comunicaciones, un clima benigno y un interesante halo cultural. Todo ello forma parte de una receta perfecta para atraer turistas, visitantes y familias al municipio.

Otro de sus elementos más distintivos es el río Segura que, durante siglos, ha definido el acontecer de los pueblos y culturas que han vivido en Rojales. Las fértiles tierras regadas por sus aguas han asegurado su supervivencia desde el cuarto milenio antes de Cristo, tal como atestiguan los primeros vestigios humanos fechados en el Neolítico Final y otros restos de asentamientos íberos, romanos y árabes.

Rico patrimonio cultural

La oferta histórico-cultural de Rojales abarca una gran cantidad de elementos y épocas históricas. Sus visitantes pueden disfrutar, así pues, de atractivos como el Conjunto Monumental Hidráulico Urbano, de carácter histórico-artístico y representado por el Azud, las Boqueras de Acequia, Noria y el Puente de sillería, de los siglos XVI-XVIII. Constituyen, en su conjunto, un hito paisajístico y urbano.

Las Cuevas del Rodeo son otros de los elementos más distintivos de la localidad. Se trata de un complejo tradicional de viviendas excavadas en la roca, creadas entre los siglos XVIII y XX, y rehabilitadas recientemente como cuevas-talleres artesanales y salas de exposición.

La oferta museística de Rojales también destaca por su rica aportación cultural. La Hacienda de los Llanos o de Don Florencio, una explotación agrícola de 30.562 m², fue rehabilitada hace unos años para albergar el Museo de la Huerta de Rojales, que muestra la realidad del trabajo de campo, con inmuebles y utensilios tradicionales, y se distribuye en diferentes espacios: la casa principal, que muestra la vida doméstica tradicional; la vivienda secundaria, que acogía a la familia que organizaba la producción agrícola; la caballeriza, donde se exponen los trabajos tradicionales y los oficios desaparecidos; y otros espacios como la almazara, el molino o la panadería tradicional.

El Museo Arqueológico y Paleontológico Municipal, por su parte, demuestra la huella que los antepasados rojaleros han dejado en la forma de vida de la localidad, a través de un espacio expositivo que se configura por los restos arqueológicos hallados en Rojales. Este museo permite conocer y descubrir el camino de las distintas culturas que han habitado Rojales y han contribuido a configurar su personalidad y fisonomía. Ubicado en el edificio histórico de la que fuera Casa Consistorial de Rojales, destacan los restos de seres que vivieron en esa zona hace millones de años, como los grandes vertebrados (ballenas, delfines y sirenos), y el pilar-estela de El Mejorado, uno de los monumentos funerarios aristocráticos mejor conservados de la Época Ibérica.

Por último, Rojales también dispone de un valiosísimo patrimonio natural, como el sendero SL-CV 148, y pone en valor la huerta y su patrimonio hidráulico, que son la herencia cultural de un pueblo que reivindica la necesidad de conservar sus señas de identidad.

Fiestas durante todo el año

Rojales es un municipio que se llena de música durante sus fiestas patronales, en honor a San Pedro Apóstol, y que conmemoran las batallas que se celebraron durante la Reconquista entre Moros y Cristianos en la Península Ibérica. Durante cinco días, Rojales llena sus calles de júbilo y color, en una multitudinaria representación de amigos comparsistas, familias, vecinos de Rojales y visitanes que disfrutan con ilusión de celebrar una de las fiestas más laureadas de Moros y Cristianos en la provincia de Alicante. Durante estos días, multitud de visitantes participan también en los diferentes actos festivos, que culminan con los majestuosos desfiles de Moros y Cristianos.