Elda cuenta con diversos elementos y patrimonio histórico de gran interés. Con más de 2.500 años de historia, este municipio alicantino se erige en el centro del valle de Elda como una ciudad milenaria y llena de atractivos para el visitante. Una tierra que ha sido habitada por los pueblos íberos, fenicios, cartagineses, romanos, bizantinos, visigodos, omeyos, andalusíes, almohades, castellanos y aragoneses.
Su origen urbano se remonta a los siglos XII y XIII, lo que la convierte en una ciudad rica en tradiciones culturales y fiestas populares. A pesar de estar bañada por el agua del río Vinalopó, su clima es seco, semiárido, y con unas temperaturas de altos valores anuales (de más de 18º C). Desde el siglo XIX, su economía se basa en la prestigiosa industria del calzado de señora y se ha convertido en un destino de referencia para aquellas que busquen calzado de lujo (reinas, actrices, periodistas, escritoras…).
Elda es una ciudad con un gran patrimonio cultural, arquitectónico e histórico. En su término municipal cuenta con una serie de monumentos de gran interés, como el castillo-palacio, el yacimiento arqueológico, la Torre Atalaya, la Iglesia de Santa Ana, la ermita de San Antón, el Jardín de la Música, el Teatro Castelar, el Casino Eldense, la Fundación Paurides, el Auditorio ADOC o los museos arqueológico, etnológico y del calzado.
Por último, destaca su rica y variada gastronomía, que fusiona los sabores del mar y de la montaña en el plato. Sus platos tradicionales son los boquerones en escabeche con alcachofas, la gachamiga, la ollica de trigo, el fandango, la “torta boba” o los arroces (con coliflor y bacalao, magro y verduras, conejo y caracoles o alcachofas y calamares, entre otros).
Fiestas de Interés Turístico
Entre sus atractivos turísticos más destacados, Elda cuenta con su carácter festivo, que se desarrolla durante todo el año, con diferentes festividades programadas en el calendario anual y de gran popularidad entre el vecindario y los visitantes.
La Fiesta de Moros y Cristianos es uno de sus eventos más destacados. Declarada Fiesta de Interés Turístico, se celebra el primer fin de semana de junio (durante cinco días), desde el siglo XIX. Estas fiestas son las encargadas de transportar a la ciudad a la época de las cruzadas donde Cristianos y Moros luchaban por un mismo territorio y son un reflejo de la unidad y entusiasmo que hay en la población estos días. Los festejos no terminan cuando acaban los actos oficiales y los desfiles, sino que día y noche, las calles se inundan de bandas de música y pasacalles invitando a todo el mundo, festeros y visitantes, a participar encontrando en los famosos “cuartelillos” momentos de descanso y de recuperación de fuerzas.
Otra de las festividades más destacadas en el calendario de Elda es su Semana Santa. Más de 1.000 cofrades, repartidos en 8 cofradías, representan cada año la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo, por orden cronológico a lo acontecido, característica principal y diferencial de nuestra Semana Santa. Según los datos históricos, los orígenes de esta fiesta se encuentran en el siglo XVII.
Por último, las fiestas mayores de Elda tienen lugar cada mes de septiembre para conmemorar la llegada de los Santos Patronos a la ciudad. Los días principales de las fiestas son el 8, festividad de la Virgen de la Salud y el día 9, festividad del Cristo del Buen Suceso. Tanto un día como otro, se celebra una misa en la Iglesia de Santa Ana. Por la tarde, tras la Salve solemne, tienen lugar las extraordinarias procesiones de las imágenes por las calles de la Ciudad que rememoran la entrega de los patronos a la Ciudad, con la llegada del barco y los peregrinos.
Propuesta histórico-turística: «Elda Republicana»
La ciudad de Elda fue escenario de los instantes finales de la Segunda República y en sus calles y edificios se fraguó el epílogo del Gobierno de Juan Negrín, el último presidente republicano.
‘Elda Republicana’ es una propuesta histórico-turística que abarca una etapa de la historia de España que arranca en el último cuarto del siglo XIX con Emilio Castelar, quien vivió en Elda durante su infancia, y concluye en 1939 con la salida del Gobierno de la República con destino a Francia.
Son los propios protagonistas (Castelar, Alcalá Zamora, La Pasionaria, Negrín, Unamuno) quienes cuentan en primera persona unos hechos que marcaron uno de los periodos más importantes y convulsos de la historia moderna de nuestro país.
‘Elda Republicana’ es una experiencia teatralizada que permite conocer no sólo a los personajes, también recorre edificios y objetos emblemáticos de la ciudad, como la Vara de Mando de Azaña, presidente de la República entre 1936 y 1939, que se expone en el vestíbulo del Ayuntamiento; la casa en la que vivió Emilio Castelar, último presidente de la Primera República, y el Monumento en su honor cuya primera piedra colocó Niceto Alcalá Zamora en 1932; el Colegio Padre Manjón, centro escolar inaugurado también en 1932 por Miguel de Unamuno; la Casa de las Beltranas; el Teatro Castelar…
Elda, como capital del Medio Vinalopó, cuenta además con una importante oferta cultural, comercial, de ocio y de fiestas, como los Moros y Cristianos, las Fallas y las Fiestas Mayores en honor a sus Santos Patronos, y una intensa actividad industrial.
3 razones para visitar Elda
Gastronomía
Elda ofrece varios eventos gastronómicos entre los que destacan «Con sabor a Elda: 10 recetas tradicionales» y «Con sabor a Elda: arroces de la tierra», en los cuales se puede disfrutar de la mejores recetas de esta localidad.
Fiestas interés turístico
La celebración de la fiesta de Moros y Cristianos de la localidad de Elda ha sido designada como Fiesta de Interés Turístico. Un indispensable para los amantes de la tradición.
Historia viva
El pasado de Elda como parte del bando republicano sigue cobrando vida. Esta localidad ofrece al visitante diversas rutas para poder revivir tiempos pasados.